viernes, 4 de marzo de 2011

Ilusión argentina, capítulo 2011


La nueva esperanza argentina de ganar la Copa Davis se renueva, como cada comienzo de año. Esta vez la primer serie tocó contra Rumania, de local, en el Parque Roca, Buenos Aires. Un rival que, a priori, sería inferior, más aún jugando sobre polvo de ladrillo. Con Juan Ignacio Chela, Eduardo Schwank y Juan Mónaco, sin un Juan Martín Del Potro que pareciera estar encontrando de a poco el tenis que lo llevó a gritar campeón en aquel inolvidable Us Open 2009, pero ya con las dudas totalmente despejadas sobre la presencia de David Nalbandian a causa de una molestia en la hernia, finalmente el cordobés saltó a la cancha en el primer punto frente a Adrian Ungur y se lo adjudicó en cuatro sets

Arrancó siendo un partido parejo, peleado. El rumano mostró buenos golpes, sobretodo con el revés paralelo, pero un juego muy irregular también. Luego de una buena derecha o un revés, enseguida venían dos o tres errores no forzados y retrocedía en el score. Pese a esto pudo haberle quebrado el servicio al de Unquillo en varias ocasiones, ya que en tres games lo tuvo 15-40, pero desperdició todas las chances para quedarse con el saque de Nalbandian y el argentino no se quedó, lo levantó y obtuvo el primero 6-3.

El segundo set tuvo un desarrollo más acorde a lo que se esperaba. El número 19 del ranking mundial se lo llevó en un 6-2 fácil. Estuvo muy sólido con los golpes de fondo, con ambos. Sacó bien y casi siempre que subió a la red, cerró mejor. Todo esto fue demasiado para Ungur, que apeló a ser el mejor espectador de la pelotita y del "Rey".

Pero cuando la historia parecía sellada y ya archivada en la historia del tenis argentino, de pronto el rumano empezó a correr y a volver a tirar el revés paralelo. Nalbandian, por su parte, se resintió de aquella queja físcia, se apagó y aportó lo suyo bajando el nivel del parcial anterior, ya sin ser tan preciso, y la paridad se hizo presente nuevamente en la cancha y en el resultado. El tercero fue para un revitalizado Ungur por 7-5.

Luego, en el cuarto y último set, como si alguien hubiese apretado un botón, Nalbandian se encendió y con un dolor casi insoportable ganó un encuentro más difícil de lo esperado y lo que nadie sabrá es el saldo que dejó este triunfo del segundo tenista con más victorias en la Copa Davis. Fue 6-4 en la cuarta manga. El unquillense, ya con el match en el bolsillo, cerró el primer punto entre lagrimas con un: "No puedo dar un paso más, la Davis es algo incomparable".

La segunda historia del día, la que envolvía a Juan Mónaco y al mejor de los rumanos, Victor Hanescu, selló una primera jornada de viernes soleada ideal para el equipo dirigido por Tito Vázquez, ya que el tandilense se llevó el encuentro en 4 sets, al igual que Nalbandian ante Ungur. Mañana puede definirse la serie en caso de que Juan Ignacio Chela y Eduardo Schwank ganen el dobles ante la pareja rumana.



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